Mejora tu salud
y calidad de vida con un Entrenador Personal

Las tarifas de un entrenador personal son muy variables, dependerá de diferentes factores tales como la formación, los años de experiencia trabajando en el sector, el nivel de especialización en un objetivo o tipología de cliente concreto, si cuenta o no con un centro propio de entrenamiento, así como de la disponibilidad de agenda. Debes tener en cuenta que hoy en día existen personas sin la titulación universitaria en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte e incluso sin formación especializada en entrenamiento personal, que están ofreciendo sus servicios y/o podrían estar trabajando de manera ilegal sin los requerimientos necesarios ni declarando su trabajo a nivel de impuestos, por lo que es el primer paso que debes conocer para descartarlos automáticamente si te preocupa tu salud. Un entrenador personal o entrenadora sin apenas formación ni experiencia, que tenga que realizar las sesiones al aire libre o se desplace a domicilio, puede estar cobrando entre 12€ y 25€ la sesión. Seguramente te dirá que sí a todo, pero no necesariamente conseguirás los objetivos que buscas, al menos realizando el proceso de manera segura. Si lo que buscas es un profesional cualificado, con la formación universitaria correspondiente, además de otras titulaciones especializadas en entrenamiento personal, con años de experiencia consiguiendo buenos resultados con otros clientes y que además disponga de un centro de entrenamiento para poder realizar las sesiones de entrenamiento independientemente de la climatología y ofreciéndote flexibilidad de horarios si así lo necesitas, probablemente tendrá establecidas las tarifas entorno a 35€ - 60€ la hora, pero seguramente dispondrás de bonos de sesiones o cuotas mensuales que reduzcan este precio. Otro aspecto a tener en cuenta es si las sesiones de entrenamiento son individuales o compartidas, ya sea en pareja / dúo, o en pequeños grupos reducidos, por lo que quizá puedas encontrar diferentes opciones a nivel económico para elegir la que mejor se adapte a tus necesidades.

Los precios de un entrenador personal en Zaragoza se sitúan de media entre los 25€ y los 60€ por sesión aproximadamente, dependiendo de su formación, nivel de experiencia y calidad del servicio, entre otros factores.

A este precio en algunos casos debes añadir la cuota de socio del gimnasio si la instalación así lo requiere o abonar adicionalmente los servicios que contrates, como la valoración corporal o el asesoramiento nutricional, por lo que tienes que tener en cuenta cuál es el precio total para poder tener un entrenador personal en Zaragoza.

En los centros de entrenamiento personal, generalmente solo tienes que abonar la tarifa del servicio contratado, no suele haber cuotas de socio de la instalación, aunque en algún caso podría existir algún tipo de matrícula o pack de bienvenida que incluya una valoración inicial, servicio extra, etc.

De cualquier manera, salvo que adquieras bonos de sesiones sueltas, deberías tener en cuenta el precio de la mensualidad en función del número de sesiones semanales y no tanto cuál es el precio de cada sesión individual, ya que cuando contrates un profesional tienes que pensar en el objetivo a conseguir, por lo que lo normal es contar con la ayuda de un entrenador personal durante al menos 3 meses, lo que te garantizará adquirir un hábito y poder lograr tus metas.

Las cuotas mensuales de entrenamiento personal en Zaragoza pueden oscilar entre los 125€ - 200€ al mes para la modalidad de una sesión por semana o entre 250€ - 400€ al mes para dos sesiones semanales, aunque al ser un servicio personalizado, en cada centro dispondrán de su listado de tarifas y servicios correspondientes.

Cuando contratas un servicio de entrenamiento personal, como su nombre indica, deberías recibir un trato personalizado y ese servicio debería ser exclusivo y totalmente individualizado para ti.

Desde la entrevista inicial, donde se recoge toda la información acerca de tus objetivos, historial médico y deportivo, experiencia previa, disponibilidad de horarios, preferencias…, a la planificación y realización de las sesiones de entrenamiento, que deberán estar enfocadas a la consecución de tus resultados y adaptadas según tus necesidades personales y diarias.

Además, un buen profesional realizará un seguimiento para ver tu evolución, adaptando todo lo que sea necesario para que avances en el proceso y por supuesto estará disponible para prestarte la atención que requieras, bien de manera presencial, online, por teléfono o a través de mensajes o email.

En cuanto a los servicios prestados, antes de contratar a un profesional deberá estar bien definido si además de las sesiones presenciales dispondrás de algún tipo de planificación adicional o recomendaciones para realizar por tu cuenta, si se incluye el asesoramiento nutricional o si se añade algún otro aspecto.

En definitiva, un entrenador personal debería acompañarte durante todo el proceso y ayudarte a mantener la motivación para que consigas aquellos objetivos que te propongas, de una manera segura y saludable.

Seguramente has escuchado muchas veces el término “Entrenador Personal” o su versión en inglés “Personal Trainer” y aunque quizá puedas tener una idea aproximada, no sepas del todo en qué consiste su trabajo o como te puede ayudar un profesional que se dedique a ello.

De una manera resumida, podríamos considerarlo como una persona que entrena clientes de forma individual, para ayudarles a conseguir sus objetivos a través del ejercicio, mejorando sus niveles de salud y aptitud física.

Pero el proceso va mucho más allá de las propias sesiones de entrenamiento, por lo que el trabajo consiste en llevar a cabo todo un sistema de trabajo en el que los entrenamientos pautados de manera individualizada juegan un papel fundamental.

Inicialmente, el entrenador personal realiza una entrevista previa para recopilar la mayor información posible, desde los objetivos del cliente, experiencia previa, historial de salud y deportivo, disponibilidad horaria, preferencias, etc. que sirva para poder personalizar al máximo los servicios a prestar después.

También forma parte del trabajo la evaluación del estado corporal del cliente, tomando mediciones del peso, porcentaje de grasa y músculo, metabolismo basal…, así como la valoración funcional de las principales articulaciones, o la evaluación de la condición física, para determinar los niveles iniciales de fuerza, capacidad cardiorrespiratoria, movilidad, etc.

Con toda esta información, el siguiente paso es realizar una planificación del programa de entrenamiento totalmente personalizado para el cliente, teniendo en cuenta también el momento del día en el que se van a desarrollar las sesiones, el nivel de actividad física diaria del cliente según su trabajo y requerimientos familiares y por supuesto, los objetivos a conseguir, estableciendo las dosis necesarias tanto de volumen como de intensidad y distribución de los ejercicios.

La parte más importante es la puesta en práctica del programa de entrenamiento, las sesiones como tal, en las que el entrenador personal controla, corrige y adapta las tareas según va observando al cliente, en función de sus capacidades o las necesidades que va detectando, pero manteniendo siempre la máxima seguridad del cliente para que este no sufra ninguna lesión ni contratiempo en las sesiones.

El último paso es llevar un registro permanente de todo lo que va sucediendo durante las sesiones, si se han realizado con normalidad, las modificaciones que se han tenido que llevar a cabo y sobre todo, se realiza un seguimiento para observar la evolución y determinar en qué medida se están cumpliendo los objetivos establecidos previamente y cuáles son los niveles de mejora que se han producido.

Si el entrenador personal es un buen profesional, siempre existirá un margen de mejora del cliente en alguna capacidad, pero el objetivo es que este pueda tener cada vez un mayor autoconocimiento y sea capaz de trabajar con autonomía, aunque es frecuente que si está habiendo una progresión, los clientes elijan seguir trabajando con el entrenador personal sintiendo que están haciendo las cosas bien, que quizá no serían capaces de hacer por su cuenta.

En primer lugar, vas a entrenar con un profesional que te va a corregir la técnica de los ejercicios, para que los ejecutes correctamente y no te lesiones.

También te va a ayudar a crear un hábito, para que seas una persona más activa, lleves una vida saludable e incorpores la actividad física en tu día a día, indicándote los pasos que debes seguir en cada momento, para que te resulte muy fácil y puedas recorrer el camino de una manera muy llevadera.

Además, te va a motivar para que seas constante y consigas cualquier objetivo que te propongas.

Si te estás planteando contratar un entrenador personal pero no sabes si merece la pena, debes conocer las ventajas que te ofrece contar con un profesional.

A diferencia de entrenar por tu cuenta o en clases dirigidas de bastante afluencia, con un entrenador personal recibirás una atención personalizada y sobre todo una supervisión de todos los ejercicios que realices, para saber que los estás realizando de la manera correcta o si tienes que corregir algún aspecto del movimiento.

Un entrenador personal cualificado, debería tener la titulación en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte y una formación complementaria en entrenamiento personal, por lo que en la planificación de tus sesiones habrá una correcta cuantificación de las cargas, con el número de series y repeticiones a realizar, el peso para cada uno de los ejercicios, los tiempos de trabajo y recuperación y además, en caso de ser necesario, ajustará la intensidad en caso de ser necesario para un mayor aprovechamiento de las sesiones y optimización en la consecución de los resultados.

El entrenador personal, suele adaptar los entrenamientos en función de tus necesidades personales o de cómo te encuentres ese día, ya que dependiendo del nivel de fatiga, estrés, motivación o situación hormonal no siempre nos encontramos en las mismas condiciones para afrontar las sesiones.

Uno de los aspectos más valiosos de tener un entrenador personal es poder contar con una persona que te dé soporte, te explique todo lo que necesites, resuelva dudas y sea capaz de mantener tu nivel de motivación incluso en los momentos en los que necesites la ayuda de un profesional para seguir adelante hacia la consecución de tus objetivos.

Además, un buen profesional no se limitará solamente al trabajo que realices en las sesiones de entrenamiento, sino que llevará un registro de todo lo que vayas haciendo y podrás ver un seguimiento de tu evolución.

En definitiva, estos son los factores que debes considerar para decidir si merece la pena invertir en un profesional del entrenamiento personal o es mejor hacer las cosas por tu cuenta, algo que desde nuestra posición no te vamos a recomendar al menos inicialmente, sino que siempre será mejor ponerte en buenas manos hasta que aprendas a realizar las cosas correctamente y puedas tener cierta autonomía.

Hay una serie de elementos que deberían ser innegociables para poder considerar a alguien con un buen entrenador personal.

Uno de ellos es la formación, tanto de base a través de la titulación universitaria en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte como complementaria, mediante cursos de entrenamiento personal, másters relacionados con el entrenamiento y la salud, etc.

Es importantísimo también que a nivel personal, el entrenador cuente con ciertas habilidades sociales para establecer una relación agradable con el cliente, mostrando empatía, amabilidad, respeto, educación, positividad, etc.

A lo largo del proceso, es fácil que necesites realizar algún cambio de día u hora de alguna cita o tengas algún requerimiento concreto, por lo que el entrenador personal debería ser capaz de ofrecerte una buena atención como cliente y ser resolutivo ante las incidencias que puedan ocurrir, teniendo capacidad de adaptación a las circunstancias personales que necesites.

Cuando contratas un entrenador personal, lo haces para conseguir unos resultados, por lo que si estos son realistas, una vez están consensuados entre ambos, el profesional tiene que garantizar que los vas a poder conseguir y además de una forma segura, sin asumir riesgos innecesarios y con un proceso planificado, individualizado y anteponiendo siempre tu salud por encima de todo.

Pero además de todo esto, el entrenador personal que quiere ejercer su actividad de manera profesional debe contar con un seguro de responsabilidad civil y es muy recomendable que disponga de algún tipo de instalación para poder llevar a cabo las sesiones de entrenamiento.

Si quieres asegurarte de que contratas un servicio de calidad y que cumple con todos estos requisitos, puedes acudir a un centros de entrenamiento personal como SportUp, donde tendrás a tu disposición a los mejores profesionales para ayudarte a conseguir tus objetivos de una manera sencilla y segura.

Aunque el precio puede ser un condicionante a la hora de decantarte por un entrenador personal u otro, nunca debería ser el factor único ni prioritario a la hora de elegir al profesional que necesitas.

El primer aspecto que tienes que observar como muestra de garantía es si cuenta con la formación adecuada para ejercer la profesión de entrenador personal, es decir, la titulación universitaria en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte y otros cursos especializados en entrenamiento personal. En algunas comunidades autónomas se puede trabajar sin contar con esta titulación y es suficiente con tener un grado superior en acondicionamiento físico (TSAF) o en animación físico deportiva (TAFAD), o incluso con un certificado de profesionalidad o acreditación de un número determinado de horas de experiencia en el sector, pero si quieres tener mayor seguridad, la formación universitaria es la que a priori garantiza las competencias del entrenador personal como profesional de la actividad física.

También es importante la experiencia que acumule, tanto con clientes generales como con personas que hayan tenido objetivos similares a los tuyos y te pueda mostrar con datos reales los resultados que estas personas han conseguido trabajando con él/ella. Al fin y al cabo la formación puede dar una base teórica pero el trabajo diario con clientes es lo que va a permitirle mejorar permanentemente.

Un buen entrenador personal tiene que explicarte cómo va a ser el proceso, en qué consiste su sistema de trabajo, donde tú tienes que ser lo más importante, el centro de todo.

No olvides preguntar cuál es su disponibilidad horaria, su política de recuperación de sesiones en caso de que un día no puedas asistir y lo sepas con antelación, el modo de pago, la normativa de uso de la instalación, etc. y todo lo que consideres importante a la hora de disfrutar del servicio de entrenamiento personal.

Y por supuesto, debes sentir cierta afinidad con la persona que vas a contratar, es decir, que vayas a estar a gusto durante las sesiones de entrenamiento, que notes que tiene una buena predisposición a ayudarte y se va a implicar al máximo para que tú consigas los resultados que deseas.

En ocasiones, contratamos entrenadores personales dando por supuesto que son buenos profesionales y nos van a ayudar a conseguir nuestros objetivos, realizando su trabajo de forma correcta, pero esto no siempre es así, por lo tanto ¿cómo puedes saber si la persona que tienes delante es un buen entrenador?

Para empezar, lo lógico sería que contase con la formación necesaria, preferiblemente la titulación universitaria en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte y de manera complementaria otras formaciones específicas en entrenamiento personal.

En cualquier caso, un título no deja de ser un papel que no garantiza totalmente la profesionalidad del entrenador. Además se requieren una serie de cualidades humanas y competencias que favorezcan la relación con el cliente.

Uno de los aspectos más importantes es su capacidad de comunicación, tanto verbal como escrita, desde que sea una persona educada y con buenos modales, se dirija a ti con respeto y amabilidad o utilice un lenguaje adecuado de manera que estés a gusto en todo momento durante las sesiones de entrenamiento.

Es muy interesante, que la persona con la que estás hablando tenga una buena capacidad de escucha, para recopilar la información que le cuentes y sepa identificar correctamente tus necesidades, además de tener empatía y sea capaz de comprender tu situación, ponerse en tu lugar y desde ese entendimiento, tratar de ayudarte a conseguir tus objetivos.
Un buen entrenador personal, generalmente será alguien apasionado de su trabajo, con una fuerte vocación de contribuir a la mejora de la salud y calidad de vida de sus clientes, por lo que tratará de enseñarte a moverte más y mejor, a realizar los ejercicios correctamente, te observará, te corregirá y te explicará las cosas de manera que puedas entenderlas. 

Si utiliza un lenguaje demasiado técnico de forma permanente, con la intención de demostrar que sabe mucho, es un claro indicador de que no está realizando correctamente su labor. De igual manera, si es más bien un animador pero no te corrige nada, quizá no esté capacitado para hacer ese trabajo con el rigor suficiente.

El entrenador personal debería velar en todo momento por tu seguridad, no ponerte nunca en peligro, exigiéndote más de lo necesario, realizando contigo ejercicios raros o peligrosos que puedan comprometer tu salud, ya que la prudencia tendría que ser una seña de identidad, sin montar circos en las sesiones ni tratar de llevar a cabo el más difícil todavía. De hecho las cosas simples también funcionan y muy bien.

Y una de las cosas que va a diferenciar a los grandes profesionales del resto, es que va a ser capaz de trabajar con la excelencia que requiere, pero siendo una persona positiva, motivadora y con la que te sientas en buenas manos.

Si no tienes claro cuál es el mejor lugar para llevar a cabo un entrenamiento personal, debes tener en cuenta los siguientes aspectos.

Muchos clientes solicitan un entrenamiento a domicilio, de manera que el entrenador acude a la casa del cliente para llevar a cabo la sesión. Aunque a priori pueda parecer una opción muy cómoda por no tener que desplazarte, no invertir tiempo en salir de casa o cambiarte la ropa e incluso tener tu ducha a mano justo al terminar, la realidad es que existen una serie de desventajas importantes.

Aunque creas que dispones de una zona y algo de material, nunca será lo mismo que las posibilidades que existen por ejemplo en un centro de entrenamiento personal, con salas preparadas para ello, a nivel de espacio, maquinaria, materiales para utilizar y tecnología para monitorizar las sesiones. Y en cuanto a precio, si un entrenador debe desplazarse hasta un domicilio, lo normal es que incremente sus honorarios ya que además del tiempo dedicado a la sesión, tiene que añadirle el de ir y volver, el gasto de combustible, el transporte del material, etc.

Además, cuando acudes a un centro de entrenamiento, si necesitas cambiar el horario o día de una cita, suele haber otros entrenadores disponibles, una flexibilidad que quizá el entrenador que se desplaza a domicilio no pueda ofrecer, por lo que se genera una dependencia grande de una única persona.

Otra modalidad podría ser realizar las sesiones en el exterior, en algún parque o zona al aire libre, que siempre es agradable a nivel mental. Si la climatología lo permite, por supuesto. Y si vives en Zaragoza, este es un aspecto muy a tener en cuenta, ya que a diferencia de otros lugares con clima más agradable como Málaga o Valencia, quizá garanticen unas condiciones más estables durante todo el año, ya que en Zaragoza podemos encontrarnos con días de mucho aire o mucho calor, incluso en la misma estación del año.

Y al igual que sucede con los domicilios, para realizar un entrenamiento en el exterior, el entrenador debe llevarse el material pero siempre será menor que con el que puedas contar en un centro de entrenamiento. Y lo que es más importante, muchos entrenadores desconocen que realizar una actividad profesional al aire libre no está permitido sin autorización previa, por lo que si ves sesiones de entrenamiento en el exterior, es muy probable que se estén llevando a cabo de manera ilegal. 

La mayoría de gimnasios o clubs de fitness, ofrecen el servicio de entrenamiento personal en sus instalaciones, pero no todos disponen de salas específicas para su ejecución, por lo que es frecuente que los entrenadores que trabajan allí deban ingeniárselas para aprovechar los espacios disponibles, compartir las máquinas con el resto de usuarios, que en ocasiones no son muy amables cuando se les solicita hacerlo, existe un ruido ambiente que en ocasiones no es el más indicado para realizar la sesión de entrenamiento personal con comodidad.

La ventaja de entrenar en este tipo de instalaciones, es que suelen estar muy bien equipadas y se dispone de los vestuarios tras la sesión, así como poder acudir por tu cuenta a entrenar otro día y hacer uso de espacios como la piscina, el spa, etc., pero para ello deberás abonar tu cuota de usuario además de la tarifa del servicio de entrenamiento personal, lo que deberás valorar porque podría ser que no te interese incrementar este importe, sino pagar únicamente por el entrenamiento.

De todas las opciones disponibles, como no puede ser de otra manera, nuestra recomendación es que acudas a un centro de entrenamiento personal, ya que son instalaciones totalmente preparadas para ofrecer este servicio con todas las garantías. 

Las principales ventajas suelen ser la calidad y comodidad de los espacios, acondicionados para el confort de los clientes y pensados para la realización de las sesiones, en cuanto a materiales, distribución de las zonas de entrenamiento, maquinaria disponible, tecnología, música, temperatura, olores y vestuarios preparados para el uso de los clientes.

Los centros de entrenamiento suelen ofrecer una amplia disponibilidad de horarios, diferentes profesionales especializados en los objetivos de los clientes y la cualificación de los entrenadores suele ser más alta que en el resto de las instalaciones, donde se busca una mayor polivalencia por encima de la preparación específica hacia el entrenamiento personal.

Te animamos a que vengas a cualquiera de nuestros centros de SportUp y compruebes que todo lo que te hemos contado es cierto.