El mundo del fitness está lleno de creencias populares y mitos sobre el entrenamiento personal que pueden confundir a quienes buscan mejorar su condición física.
En este artículo, explicaremos algunas de las ideas erróneas más comunes y desmitificaremos los conceptos equivocados, para que sepas diferenciar la realidad del mito y cómo esto puede beneficiar tu entrenamiento.
1. ¿Cardio o pesas? La verdad sobre la mejor opción de ejercicio
Uno de los mitos más extendidos es la creencia de que el cardio es más efectivo para la pérdida de peso que el entrenamiento con pesas.
Si bien el cardio puede quemar calorías durante el ejercicio, el entrenamiento de fuerza favorece el aumento del metabolismo basal (gasto calórico en reposo) y durante el ejercicio, por lo que resultará incluso más eficiente en programas de pérdida de peso.
El entrenamiento de fuerza también contribuye a la construcción de músculo, por lo que ayuda a reducir dolores y debilidad muscular.
La realidad es que ambos tipos de ejercicio tienen beneficios únicos y complementarios, y lo ideal es combinarlos en un programa de entrenamiento equilibrado. Por eso, como entrenadores personales, recomendamos a nuestros clientes incorporar una variedad de ejercicios de fuerza y cardiovasculares en su rutina de entrenamiento para obtener los mejores resultados.
2. La frecuencia y duración del entrenamiento: ¿Más es siempre mejor?
Otro mito común es la idea de que más ejercicio siempre es mejor. El ejercicio regular es esencial para la salud y el bienestar, pero excederse en la cantidad de ejercicio puede provocar lesiones y fatiga crónica.
La realidad es que la cantidad óptima de ejercicio varía según las necesidades individuales de cada persona, incluyendo su nivel de condición física, objetivos de entrenamiento, capacidad de recuperación y tiempo disponible.
Por eso es importante entrenar con una frecuencia semanal de entrenamiento que permita suficiente tiempo de recuperación entre sesiones y ajustar la intensidad y duración del ejercicio según sea necesario.
El enfoque siempre debe ser la calidad por encima de la cantidad, teniendo como prioridad máxima, la adherencia en el tiempo para crear buenos hábitos y la seguridad de la persona durante todo el programa.
3. La importancia de la nutrición: más allá del ejercicio físico
Está muy extendida la creencia de que el ejercicio es el único factor o el más determinante en la pérdida de peso y la mejora de la condición física.
Y aunque el ejercicio desempeña un papel crucial, la nutrición también es fundamental para alcanzar los objetivosl. La realidad es que una alimentación saludable y equilibrada es esencial para apoyar el rendimiento deportivo, la recuperación muscular y una buena composición corporal.
Esto puede incluir el consumo adecuado de proteínas para la reparación muscular y construcción de nuevos tejidos, carbohidratos para la obtención de energía y grasas saludables para favorecer la mejora cardiovascular.
Al combinar el ejercicio regular con una buena alimentación, se pueden maximizar los resultados y mejorar la salud en general.
4. El sudor es igual a quemar grasa
Aunque sudar durante el ejercicio puede hacernos sentir como si estuviéramos quemando grasa, en realidad, el sudor es simplemente una respuesta del cuerpo para regular la temperatura.
La quema de grasa ocurre como resultado de un déficit calórico prolongado en el tiempo, y no por sudar, que en realidad es una consecuencia de reducir los niveles de hidratación y la concentración de electrolitos en nuestro cuerpo.
Además, es muy importante que tras la realización de ejercicio físico, se lleve a cabo una buena hidratación, con líquidos ricos en electrolitos como el sodio y el potasio.
5. Hacer abdominales reduce la grasa del abdomen
Realizar ejercicios de core puede fortalecer la estabilidad central, pero no necesariamente reducirá la grasa en esa área específica.
La pérdida de grasa se produce en todo el cuerpo a través de una combinación de ejercicio de fuerza, que nos ayudará a mantener o aumentar la masa muscular y una alimentación saludable.
Por lo tanto, aunque estemos reduciendo grasa corporal, esta disminuirá de manera general en los sitios en los que se haya ido acumulando de manera más reciente y no necesariamente de forma localizada en la zona que hayamos ejercitado.
En conclusión, es importante separar los mitos de las realidades del entrenamiento personal para desarrollar un enfoque correcto sobre el entrenamiento.
Al desmitificar las creencias populares y enfocarnos en la verdad detrás del ejercicio y la alimentación, podemos maximizar nuestros resultados y mejorar nuestra salud.
Si estás buscando un cambio en tu cuerpo, mejorar tu condición física y alcanzar tus objetivos de salud, en SportUp te ayudamos a que lo consigas de manera eficiente y segura a través del entrenamiento personal.
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